Desde pequeños nos enseñan a ver el futuro como algo remoto. La forma en que aprendemos a entender el tiempo es equivocada, si bien es una linea no es una recta. El tiempo oscila, y queda evidenciado en aquellos instantes que se nos hacen eternos, donde el tic tac del reloj pasa de 60bpm a unos 10bpm, o al contrario, en las ocasiones donde cada minuto se va 4 o 5 veces mas rápido de lo normal.

Por ejemplo, cuando te quedas dormido en clase, en el autobús o algún otro sitio, y duermes muy poco, 5 minutos mas o menos, pero te despiertas relajado y descansado porque dormiste y soñaste con una serie de eventos que en nuestra medida del tiempo ordinaria seria como de una hora o mas. O lo contrario, cuando se va una noche de sueño en un evento redundante de 20 minutos. En esos casos la linea no es recta, sino una curva.

Lo importante no es si es una linea medio inclinada hacia un lado o hacia el otro, o si efectivamente es recta, sino que la linea siempre va para adelante y no se detiene. Puede ir lento pero no se detiene. Como esos mundos de Super Mario Bros 3 donde el juego te empuja y te obliga a seguir adelante. No puedes volver atrás, o aprendes a moverte con lo que tienes o te mueres. Claro, el juego tiene la ventaja de que puedes comenzar el mundo de nuevo, pero eso no viene al caso.

Toda esa introducción es solo para rematar con la linea importante de este post:

El Futuro es Ahora

Piensa 3 segundos mas adelante en este momento, pero cuando leas esta otra parte del texto y probablemente ya ese futuro llego. Si no ya para esta oración. Claro, esa extensión no siempre son 3 segundos, puede ser 1, 3600, días, semanas, meses, años, lo importante es que ver al futuro como lo que esta pasando ahora y no como lo que va a venir, porque cuando llega ya es muy tarde. Cuando te concientizas de que el futuro llegó ya es muy tarde, porque ya pasó, solo estas reflexionando acerca de eso.

Por eso es que no creo en hacer las cosas para el futuro sino para hoy, no creo en los sacrificios y quisiera separarme del idealismo, porque en la carrera para alcanzarlo puedes tropezarte, caer, perder y morir persiguiendo una meta a la que nunca llegues. Suena muy mal, pero es verdad.

Puedo tratar de verle el lado bueno. Suponiendo que llegues a la meta, algo muy probable, ¿realmente la meta vale tanto como la carrera cuesta? El esfuerzo de meses o años vale el momento que llegas a ese sitio? Por mi experiencia no. Realmente no. El camino es tanto o más importante que la meta si el camino dura más que el tiempo que estés en la cima. Es como cuando subes al Ávila, la victoria no esta cuando llegas arriba realmente (aunque eso vale!) sino en haber pasado buen rato subiendo.

Claro, para otras personas la victoria esta en haber soportado el camino y todos los elementos en contra, pero eso no va conmigo. No soy un mártir ni estoy para hablar de todos los obstáculos superados, sino para disfrutar el camino de subida. ¿Por qué? Porque en la cima no vas a estar tanto tiempo como en el camino, puede no ser tan bonito como esperabas (como la primera vez que llegue al Humboldt) o porque simplemente te tropiezas y ruedas barranco abajo y te moriste y ya, fin.

Conclusión

Si el camino no es bueno, no te gusta o no puedes disfrutarlo mejor devuélvete y agarra otro. No sirve de nada recorrer todo eso si no lo disfrutas y sin saber si cuando llegues será algo bueno lo que te espera.