Puertas en la UCV

– Estamos poniendo puertas para tu seguridad

– ¿Qué? ¿Así sin preguntarme?

– Si, bueno, es por tu seguridad y la de todos.

– No vale, tienes que preguntarme antes pana. Es mas, si las pones te las tumbo. Hay que preguntarle a todos a ver si están de acuerdo, o mejor, poner un sistema de televigilancia y personal capacitado. Control de acceso, no puertas. Es más, una alcabala biométrica.

– Bueno, jódete. Que te sigan robando.

He sabido de al menos 6 robos de carros en la UCV en las últimas dos semanas, solo 4 esta noche, seguramente la cifra es muchísimo mas alta. Triste pero cierto. Creo que, en un mundo ideal, las universidades no deberían tener puertas, pero no vivimos en un mundo ideal, vivimos en Venezuela.

A mi la idea de las puertas no me gusta, de verdad, pero si esa es la forma que tenemos para limitar un poco el acceso a la universidad pues hay que hacerlo. Deberían haber alcabalas, circuito cerrado, acceso controlado, personal calificado de respuesta y control, que vayan detrás de los que roban y blablabla, pero la realidad es que eso no va a pasar por ahora, entonces solo quedan dos opciones:

  • Universidad Abierta: todos entran y salen cuando quieran y por igual. Estudiantes, profesores, personal obrero y administrativo, investigadores. Liceístas, artistas, bailarines. Fumones, dealers, landronzuelos que arrebatan carteras y iPods, ladrones especializados robacarros. De todo pues, tal como esta ahora.
  • Universidad cerrada: entran y salen los que tienen que ver con la universidad. Estudiantes, profesores, personal obrero y administrativo, investigadores. Nadie mas.

¿Por qué? Porque efectivamente nadie mas tienen nada que ver con la universidad.

Uno no entra a una oficina pública u organismo autónomo así a lo loco, sin control. Hay que tener una justificación para estar allí, registrarse y decir por qué uno va a entrar. Si, es una ladilla, pero tienes la información de quienes podrían haber robado, controlaste que no ingresaran armas y eso ya es un avance. Así debería ser en la UCV.

La iglesia, casa de todos los hijos de Dios tiene puertas, y en Venezuela por la inseguridad esas puertas estan cerradas buen parte del tiempo.

El cielo, lugar a donde van los justos al morir según la religión católica, también tiene puertas y San Pedro tiene las llaves para abrirlas.

El inframundo griego, el reino de Hades, era custodiado por Cerbero, perro de tres cabezas y cola de serpiente (al estilo Harry Potter si se quiere) que hacía veces de puerta viviente (o portero de discoteca) para que los vivos no entraran ni salieran los muertos.

Venezuela no es Suiza ni Canada, donde dejan las puertas abiertas al estilo Bowling for Columbine. La inseguridad fuera de la universidad no deja de estar sino que va creciendo, el gobierno no hace nada para arreglarlo e invierte sus energías en temas que no resuelven los verdaderos problemas del venezolano. La UCV como un micromundo, una pequeña Venezuela como dicen, tiene en sus manos la capacidad de mejorar las condiciones dentro del recinto.

La discusión no debería ser si ponerle o no puertas a la UCV sino quién va a tener las llaves.